NO MÁS PORTALES PRO ANA Y PRO MIA

Sabías que investigaciones científicas revelan que según los estudios realizados por Blanco et al. (2019) afirma que "menores con edades comprendidas entre 8-17 años, el 17% de los menores que utilizan Internet visitan páginas pro-Ana y pro-Mía y el 26,2% de chicas y el 15% de los chicos acceden a ellas para perder peso".

En la actualidad, existen muchas maneras de incluirse y formar parte de grupos que dicen "apoyarte a lograr un cuerpo perfecto" atentando silenciosamente contra tu salud física, mental y emocional, estas son páginas y sitios web que solamente causan daño, fomentando y presentando a los Trastornos Alimentarios (TCA) como un estilo de vida deseado.

Así tenemos , a los famosos sitios web Pro Ana (Anorexia) y Pro Mia (Bulimia), que son páginas autodestructivas que han invadido redes sociales y que buscan una metodología convincente para invitar a más niños, jóvenes y adultos a hondar por el mundo de la Anorexia y la Bulimia.

El contenido de estas páginas suele estar vinculado a la presentación de trucos para perder peso, estrategias que le permiten ocultar a sus familiares los inconvenientes por los que atraviesan, además de mensajes de alta exigencia y castigo que fomentan una perspectiva negativa de sí mismo.

Es importante tener e cuenta que el contexto físico y virtual es de suma importancia a la hora de tratar a una persona con un trastorno alimenticio, es por ello que con ayuda profesional y apoyo emocional familiar el aprender a tener una visión crítica para detectar este tipo de redes es fundamental.

Tienes que saber que las dietas y tips descritas por esas páginas no tienen bases, ni fundamentos científicos, solamente te llevarán al camino de la perdición al punto de llegar a la muerte.

Presta atención, es muy común que Pro Ana y Pro Mia, compartan razones absurdas que te lleven a tomar la decisión de perder de peso y convertirte en una persona con TCA, como algo normal, pero hoy combatiremos esas incoherencias: 

1. Ana y Mia suena mejor que ser gorda  ¡NO!, Ser anoréxica o bulímica no es mejor que ser gorda, si sientes que algo no va bien con tu peso, acude a un nutricionista, el será la persona indicada para prescribirte una dieta o una forma de alimentación saludable para cuidar tu peso y tu salud.
2. La gente te recordará como la chica/o mas hermosa/o,  ¡NO!, Las personas verán en ti a un ser humano que necesita ayuda urgente.
3. La gente que come es egoísta e irreal, ¡NO!, La gente que come y se alimenta sanamente sabe el significado de amor propio, respetando su cuerpo y sus necesidades.
4. La gente gorda muere más pronto, ¡NO!, Primero debes saber el significado de GORDA, y el estar en tu peso de acuerdo a tu estatura es normal, no es estar gorda. La Anorexia o Bulimia crónica si te puede llevar a la muerte más rápido.
5. La gente te felicitará por todos los kilos que has perdido, ¡NO!, Claro que no, las personas empezarán a notar que algo no va bien, tu pérdida de peso excesivo solo será indicativo de enfermedad para los demás.
6. La gente delgada tendrá mejores trabajos, ¡NO!, tú éxito profesional o laboral dependerá de tus conocimientos y desempeño en el área, no de tu aspecto físico.
7. Todos los demás te tendrán envidia, ¡NO!, Tienes que saber que nadie envidia la enfermedad de otro.
8. Tener hambre funciona, las dietas no, ¡NO!, La organización mundial de la salud (OMS) afirma que las dietas saludables sí funcionan, alargan tu tiempo de vida, mantiene tu cuerpo sano  y, en definitiva, ayuda a sentirte mejor.
9. No comer es un excelente ejemplo de tener poder, ¡NO!, El no comer solo demuestra la falta de amor propio, tu  sistema inmunitario se debilita, tu cuerpo pierde vitaminas y minerales necesarios para que tus órganos funcionen correctamente, además, el no comer estanca tu crecimiento, tu desarrollo cognitivo, emocional y físico.

Referencias Bibliográficas:

Lago Blanco, E., Carrera Bermúdez, C., & Seijas, R. (2019). Influencia de las páginas pro-anorexia y pro-bulimia en un grupo de pacientes con trastornos de la conducta alimentaria. Trastornos de La Conducta Alimentaria, 2012, Núm. 16, p. 1775-1793.